Capítulo 1: La muerte de Ángel
"Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando".
Eso ponía en la carta de Ángel. ¿Cuántas veces habría leído aquello?.
No lo sabía, me llegó la carta por la tarde, y eran las 5 de la
madrugada y seguía allí, tendida boca abajo sobre mi cama, llorando y
repitiéndome una y otra vez esas palabras.
¿Por qué?, ¿Por qué, Ángel?.
Sólo tenía 17 años, Ángel era un chico demasiado perfecto para querer
suicidarse. No. Definitivamente, no. Aquello tenía que ser un error,
sus padres se habrían equivocado al reconocer el cuerpo. No podía ser
verdad. No me lo podía creer. Lo que ponía en la carta era demasiado
fuerte para mí:
"Cariño, ya sabes todo lo que te quiero y eso no se puede describir con
palabras, por eso simplemente te diré lo que tengo en mente aunque por
poco que parezca, será todo mi ser"
Con esa introducción, mi corazón se amplió hasta el punto de poder describir que el amor que sentía por él era infinito.
"Nacimos para vivir, nacimos para soñar, nuestro destino es morir,
nuestra misión es amar. Yo ya he cumplido tres de esas cosas y por eso
mismo voy a realizar la última. Por eso, en este preciso instante en el
que la vida está a punto de abandonarme, quiero que decirte que nunca
olvides que cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá
hablando"
Cuando terminé de leer la carta, rompí a llorar, agarré corriendo mi
ordenador y me conecté al tuenti me puse en contacto con mis amigos y
me afirmaron la verdad, y me dijeron también que nadie me lo había
dicho por que no querían hacerme sufrir. Yo me cabreé con todos ellos
sin saber que serían mi mayor apoyo.
Allí
seguía yo, presionando la carta contra mi pecho, como si aquello fuera
a cambiar el hecho de que ángel se había suicidado. Todavía no me lo
podía creer, yo había estado enamorada de Ángel desde primaria, y
cuando por fin me declaré, el muere. No es posible.
Seguía sin poder creerlo. Me había aislado del mundo, no comía, no
dormía, no quería hacer nada, sólo llorar, llorar a mares, océanos si
era necesario, pero no quería pensar en él. Acababa de terminar mi
último curso de secundaria, el comienzo del verano había sido bueno,
encuentros entre Ángel y yo, pero todo cambió con la llegada del primer
sms. Me lo envió Ángel. Y yo recordando todo aquello, saqué el móvil y
me puse a buscar en la bandeja de entrada. Era el último mensaje, lo
abrí y lo leí en voz baja, en el ponía:
"Sara, hay muchas palabras para decir te quiero, pero muy pocas para describirte cuanto"
Ángel siempre fue un chico muy romántico, muy dulce, simpre fue el
chico perfecto. Desde que lo conocí, me enamoré de él, fue el chico de
mis sueños. Era el mas guapo de si grupo. Y pensando y pensando me
llegó un sms nuevo.
"Hola Sarita, se cuanto quieres a Ángel y solo quería decirte, bueno,
mas bien avisarte de que tu queridito Ángel, está aquí conmigo. No te
convendría hacerme enfadar, por que ahora mismo su vida esta mis manos.
No llames a la pasma o lo pagará el rubito este. Nos pondremos en
contacto pronto. Firmado: ..."
Me puse tremendamente nerviosa, no sabía que hacer, ¿aquella persona
tenía realmente a Ángel allí? No sabía que hacer, a donde dirigirme.
Quería realmente a Ángel y estaba dispuesta a dar mi propia vida para
salvarlo, pero ¿y si era una trampa?
Capítulo 2: Presentaciones
Llegan
las presentaciones. A ver soy Sara, una chica que todavía no ha
cumplido los 16, mi pelo es castaño, mis ojos son marrones y tenía el
novio mas espectacular del mundo, hasta que, en extrañas
circunstancias, mi novio desaparece. Y aquí estoy yo, con mi móvil en
la mano, llorando lo inimaginable y confusa, realmente confusa.
Mi novio, el chico mas espectacular del mundo del que os hablé antes,
Ángel, era un chico rubio, de ojos azules verdosos, realmente mono,
muuuuy dulce. Hacía de todo, tocaba varios instrumentos musicales,
cantaba, bailaba break, todo eso hasta que un jodido ser del que no se
nada, decidió que eso cambiaría por estar encerrado en no se donde,
hasta no se cuando, con no se quien. Joder! mi vida es una mierda.
Tenía que hacer algo.. Pero ¿Qué?
Mi mejor amiga, Raquel, una chica de pelo castaño clarísimo, casi
rubio, ojos verdes oscuros, algo mas alta que yo, es mi mejor amiga
desde primaria, o incluso antes.
Su novio, Roberto, alias Robbie, un chico alto moreno y de ojos verdes.
Capítulo 3: Aventuras
Decidí descansar un poco antes de hacer nada mas, me lo merecía.
Cuando desperté supe que había tenido una pesadilla, pero no recordaba
nada. Miré el reloj, eran las 10:35, la hora suficiente para conectarme
al tuenti y que Raquel estuviera conectada. En efecto, estaba conectada:
Raquel: Olaa!! tía no sabemos nada de tí, como te encuentras?
Yo: Ola Raquel, tengo que contarte una cosa
quedamos en el parque a las 5 y media ok?
Raquel: ok en los arboles como siempre?
Yo: Si y trae tb a Robbie y Jhon.
Jhon
era un chico espectacular, era el hermano de Raquel, un chico rubio,
altísimo, y corpulento, se notaba que era universitario. Era el sueño
de cualquier chica de nuestra edad, que no fuéramos Raquel o yo, estaba
claro.
A las 17:20 yo ya estaba en el árbol grande, donde siempre quedábamos antes. A los cinco minutillos llegaron los tres.
-Hola Sara, ¿Como estás?- Dijo Raquel.
-Hola- Dije yo con una forzada sonrisa -Mejorando, pero os tengo que
contar una cosa importantísima- Continué mirando a los demás.
Les relaté lo ocurrido con el mensaje el móvil con pelos y señales. Cuando terminé ellos asintieron pesarosos.
-Sara ¿Estás seguirá de que no es una broma de mal gusto?- Preguntó Jhon.
Yo negué con la cabeza y dije:
-Tengo un presentimiento-
Capítulo 4: Remordimientos
Jhon
acepto llevarnos a su laboratorio (era estudiante universitario de
biologia quimica) para intentar localizar la direccion del mensaje.
-Sara, ¿Estás segura de que no es una tonteria?-
Preguntó Jhon, al llegar allí.
Yo hice un gesto de exasperación, para que el comenzara las pruebas bioquímicas esas o lo que fuera que iba a hacer.
Comenzó conectando a mi móvil un extraño cable azul, que a su vez
estaba conectado a un portátil. Buscó el mensaje en cuestión, y lo
abrió. Con el portátil escaneó el numero desde el que había llamado y
en menos de 15 minutos ya teníamos una direccion. C/ Picasso, nº 13.
Esa era la dirección.
-Yo no pienso meterme mas en esto. O lo arreglais vosotros, o llamais a la poli-
Dijo Jhon, una vez hubo terminado.
-Vale, no importa-
Repuse yo.
Todos nos fuimos a nuestras respectivas casas, a descansar o lo que quisieramos hacer.
En mi caso, me di un baño para relajarme. Me sonó el móvil mientras
estaba en la bañera, pero cogí mi albornoz blanco, me puse una toalla
en la cabeza, y salí a por mi móvil. Era un mensaje.
"Sarita, Sarita. Mira que te avisé de que no hicieras nada, y tu que?
Vas y me localizas?, por el amor de dios, por tu culpa el rubito este
sufre, y sufre mucho"
Nada mas terminar de leer el mensaje, me puse a llorar. Pero saqué fuerzas para escribirle:
"No, estas equivocado/a, me dijiste que no llamara a la policía, no que
no te localizara. Tengo derecho a intentar hacer algo por salvar a mi
novio"
Poco después, me llegó otro mensaje:
"Chica lista, por el momento no mataré a este chico, pero ten por
seguro que no dudaré en hacerlo y... no te molestes en ir a esa casa,
pon las noticias"
Hice caso, y encendía la tele, puse los informativos, y allí estaba la presentadora:
-Un gran incendio a destruido la mayoría de las casas en la calle
Picasso. Toda la costa malagueña esta en movimiento para encontrar al
culpable-
Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando...
-¡¡¡¡Sara!!!-Era la voz de mi madre-Sara baja han dejado una carta para tí-
Bajé corriendo, temblando y sin acordarme de que aún tenía puesto el albornoz.
Capitulo 5: Papá
A
ver, como os lo cuento. Mis padres están separados desde hace unos
añitos y yo no se nada de mi padre desde el año catapúm. Pues genial!
la carta era suya y me decía cuanto me quería, que no podía ponerse en
contacto conmigo por problemas de papeleo nuevo y todo eso. ¿Este
hombre cree que soy estúpida? Sé perfectamente que si no se ha puesto
en contacto conmigo es porque no quiere y punto. Bueno, me terminé de
arreglar y bajé las escaleras dispuesta a salir de casa para tomar un
poco el aire, cuando mi madre me paró y me dijo:
-¿Quién era?-
-¿Eh? ¡Ah!, la carta- Ya casi me había olvidado - Era mi padre-
-¿Qué Quería?-
-Decía que se había ido a Noruega, ¿O era a Finlandia?, da lo mismo,
decía que había problemas con los papeles y que por eso no había podido
escribirme, ah! y también decía que iba a venir a verme- Dije - Ciao
mamá, vuelvo luego, voy a tomar el aire- Añadí.
Estuve caminando largo rato, pensando en las posibilidades que tenían
ahora para ayudar a Ángel, hasta que me paré en seco. No podía ser,
¿había andado tanto para llegar a la estación de autobuses? Supongo que
si, puesto que estaba enfrente de una gran cola de autobuses blancos y
azules.
-¡Sara!- Escuché.
Era Laura, la hemana pequeña de Ángel, justo con quien no quería encontrarme ahora.
-¡Sara!- Repitió.
Y yo comencé a acercarme a ella. Cuando por fin estuve frente a ella,
noté que tenía los ojos rojos, de llorar supuse, y lucía oscuras
ojeras. <<Pobre>> Pensé <<Piensa que ha muerto, y en
realidad estaba secuestrado>>
-Sara, tengo que contarte una cosa muy importante, pero aquí no, ven-
Capítulo 6: Problemas
Laura
era una chica de 13 años, era rubia, como su hermano, pero sus ojos no
tenían un color azul tan intenso como los de este.
Andamos un rato mas, hasta llegar a un claro en mitad del campo. Allí,
Laura se empeñó en ir un poco mas al norte, hasta que al final llegamos
a una cabaña de madera. Allí, Laura comenzó a rebuscar en unos cajones
hasta que encontró un papel azul celeste, lo abrió y comenzó a leerlo:
-Hola criatura, me he enterado de lo de tu hermano, una pena, ¿Verdad?,
pues verás, si le enseñas esto a alguien tu hermano morirá de verdad,
por que... ¿No te lo han dicho tus padres?...-
Laura buscó la mirada de Sara desesperadamente.